¿Dónde quieres estar emocional, relacional y laboralmente cuando esto termine?

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Tenemos tantas razones para elegir que nuestra vida no sea la misma cuando esto termine, que no lleguemos al final a un mismo lugar conocido. Sino regalarnos que este tiempo nos sirva para crear un antes y un después significativo .Y nos encantaría acompañarte a que lo logres con nuestros programas o sesiones.

Cuando se pregunta de dónde viene la palabra coaching, usualmente la gente tiende responder que viene del Mundo Deportivo. Por otro lado, los franceses, con mucho orgullo, dicen que viene del siglo XVII de la palabra francesa “coche”

Rastreando el término, nos remontamos hacia 1400-1500 cuando empezó a hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 km de Budapest (entre Viena y Pest). Kocs se convirtió en una parada obligada para todos los viajes entre estas dos capitales. Así en el año 1518 se instituía en Kocs una especie de carruaje para ir al pueblo más cercano, con horarios y tiempos de llegada y salida entre los pueblos. Destacaba por su comodidad frente a los carruajes tradicionales de la época.

Por lo que, comenzó a hablarse del kocsi szekér o sea el “carruaje de Kocs” como símbolo de excelencia. El término Kocsi pasó al alemán como kutche, al italiano como cocchio y al francés y al español como coche.

Por lo tanto, si consideramos que la palabra coaching viene del Mundo Deportivo, el coach es la persona que se contrata para alcanzar resultados que están más allá de lo que hasta el momento se han logrado. Y si consideramos que viene de la palabra coche, metafóricamente alude a que transporta las personas de un lugar a otro. Del lugar donde están a donde quisieran ir.

¿Dónde quieres estar emocional, relacional y laboralmente cuando esto termine?

Varios de nosotros nos estamos preguntando si de verdad nuestra vida será la misma después de esta pandemia. Algunos estamos resistiendo o aguantando hasta que volvamos a la normalidad. Ya que no estamos habituados a mantener distancia, ni a estar confinados. Tampoco a la necesidad de tener que pedir un permiso, para viajar a otra cuidad o incluso para salir de nuestra casa el fin de semana. Menos aún a tener tantos eventos sociales vía online o tal vez a pasar tantas horas trabajando frente a una pantalla. Así algunos nos estamos resistiendo a la pérdida de libertad que hemos tenido. Por otro lado, otros estamos realmente haciendo una pausa reflexiva en la manera que hemos estado viviendo, valorando lo que antes dábamos por sentado y preguntándonos cómo queremos vivir. Y bueno la mayoría tal vez estamos en un equilibrio dinámico entre aguantar y reflexionar.

Pudiera ser que el camino a la “nueva normalidad”, al que este coche nos lleva, nos haga pasar por el caos antes que un nuevo orden emerja. Incluso teniendo que lidiar con pérdidas, afectivas, laborales, materiales y vitales, que nos hagan remecer de pena, miedo y dolor. Tal vez los caminos menos recorridos en la era en la que veníamos,de la hipervelocidad y las nuevas tecnologías. Donde de alguna forma nos hemos desconectado, hemos perdido la valoración por lo esencial para darle mayor importancia a la rapidez y a la productividad. Así tenemos tantas razones para elegir que nuestra vida no sea la misma cuando esto termine, que no lleguemos al final a un mismo lugar conocido. Sino regalarnos que este tiempo nos sirva para crear un antes y un después significativo. De modo, que esto nos haya servido para encontrar el empoderamiento para transformar lo que no nos funciona y para conservar lo maravilloso que hoy si tenemos. Para que así en el futuro, cuando recordemos todas las pérdidas que tuvimos, comprendamos que fueron para despertar, revalorar y volver a conectar con lo esencial de un buen Ser Humano. Y en donde hasta estemos orgullosos que no seamos los mismos como humanidad.